En una comunidad de propietarios, lo habitual es que los consumos de agua, gas, luz, etc. se paguen de manera individualizada. Sin embargo, esto no siempre es así. Por poner un ejemplo: en España todavía hay cerca de 1,5 millones de viviendas que cuentan con calefacción central, ¿esto qué significa? Que el consumo total de calefacción se reparte entre todos los vecinos del inmueble. Una circunstancia difícil de gestionar, ya que los criterios pueden ser confusos y, en ocasiones, se benefician aquellos que más gastan frente a los ahorradores.
La instalación de repartidores de costes y válvulas termostáticas en los sistemas de calefacción centralizada o colectiva para una vivienda tipo supondría un ahorro de energía final consumida por un hogar medio en 8 meses (244 días en el caso de calefacción a gas natural o de 266 si la calefacción es de gasóleo).
Esta es una de las conclusiones del estudio “Ahorros Derivados de la Contabilización Individual de Calefacción” realizado por la Universidad de Alcalá en el que se estima el ahorro energético conseguido con la instalación de repartidores de costes de calefacción y válvulas con cabezal termostático, con el fin de contabilizar individualmente el coste de la calefacción en sistemas centralizados o colectivos.
Desde ista coincidimos con este estudio en que la necesidad de aumentar el ahorro y la eficiencia energética en los edificios pasa por realizar determinadas actuaciones sobre las instalaciones de calefacción, como se recoge en la Directiva Europea 2012/27/UE, relativa a la eficiencia energética.
Según este trabajo de la Universidad de Alcalá, el ahorro de energía final por temporada es de un 24,7% de media, con variaciones comprendidas entre un 17,8 y un 30,8%, en función de las temperaturas de confort máxima y mínima, respectivamente. Por ejemplo, para una vivienda tipo, con una superficie de 94,59 m2, para cada temporada se han obtenido ahorros de energía final medios de entre 3,4 MWh y 4,6 MWh.
Pero además del ahorro energético, este estudio calcula la reducción de emisiones de CO2 que tendría un margen de variación entre 38,38 tCO2e t 79,54 tCO2e, con un ahorro medio de emisiones de 61,18 tCO2e.
El estudio compara estos resultados con los valores medios de emisiones producidas por un automóvil. La reducción de emisiones de CO2, CO y NOx producida como consecuencia de la instalación de los repartidores de costes y las válvulas termostáticas sería equivalente, como mínimo, a las producidas, respectivamente, por el consumo de 271 litros de gasolina, o, en el caso de un turismo a gasoil, de 248 litros.